La Fiesta de Cuasimodo es una gran celebración religiosa católica, realizada principalmente en distintas localidades del valle central de Chile a partir del primer domingo siguiente a la Pascua de Resurrección. Es en la actualidad una de las principales celebraciones religiosas del país; según palabra de Juan Pablo II durante su visita a Chile en 1987 la declaró como el “verdadero tesoro del pueblo de Dios”.
La fiesta consiste tradicionalmente en una procesión a caballo que escolta a un sacerdote con las reliquias necesarias para la Eucaristía, todo a bordo de una carreta engalanada para la ocasión. El propósito es llevar la comunión a los enfermos y ancianos que no pueden comulgar. De acuerdo a la tradición católica y las normas del Vaticano, los fieles deben comulgar al menos una vez al año y en especial durante el tiempo pascual, por lo que durante estas fechas las parroquias llevan el cuerpo de Cristo hasta los hogares de quienes no pueden desplazarse, pero quieren comulgar.
Los escoltas de este carruaje, llamados cuasimodistas, se organizan en cofradías y se atavían de manera especial, destacando entre sus prendas un pañuelo generalmente blanco (para cubrir sus cabellos en señal de respeto a Cristo sacramentado, dado que en su presencia no se debe usar sombrero); además cubren sus ropajes de huaso con una capa corta, llamada esclavina. Es una fiesta de raíz campesina, surgida hace más de dos siglos en el país.
Las cofradías cuasimodistas se preparan durante el año, normalmente asociadas a clubes de huasos, confeccionando sus atuendos y engalanando la o las carretas, además a la procesión lo acompaña un coro de cantores litúrgicos en carreta o camión. En su forma tradicional los cuasimodistas acompañan o “corren a Cristo” en parejas montadas o “colleras” que son fijas.
En Colina, el Cuasimodo se vive con especial fervor, recordando además las tradiciones desde la cual aparece esta fiesta religiosa que en la comuna se convierte en la más grande del país. Durante 2016 más de 4.000 jinetes corrieron a Cristo, todos íntegramente a caballo. En palabras del alcalde de Colina, el señor Mario Olavarría Rodríguez, “el Cuasimodo en una expresión popular de fe que mezcla devoción y la cultura de nuestros valles centrales para transformarlos en una manifestación única en el mundo, y de la cual Colina puede sentirse orgullosa, puesto que su Cuasimodo es uno de los más importantes de todo el país. (…) Esta fiesta es algo que motiva a los católicos a salir a las calles, fomenta el espíritu religioso. Es algo precioso, también por el compromiso de la gente”.
El Cuasimodo hermana de modo entrañable la tradición cultural y la fe: es una celebración nacida de la piedad popular, específicamente chilena, única en el mundo y hoy en franca expansión en el país; cargada de simbolismos, entre realidades terrenas y divinas, es fundamentalmente un acto de piedad eucarística pero donde se hace presente, como tal, la vida y la cultura propia de nuestros campos que de este modo asume una dimensión sacra. En este acto de fe, de amor a Dios y al prójimo se reúnen, a lo largo de todo Colina y en todos los lugares donde se celebra, los huasos revestidos de sus atuendos característicos pero portando los símbolos relativos al Santísimo Sacramento, en una perfecta comunión entre lo humano y lo divino, reflejando perfectamente lo mejor de lo nuestro.