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Los participantes disfrutan de entretenidas salidas grupales, actividades al aire libre y charlas de apoyo al desarrollo de la personalidad.
El Programa de Intervención Integral Especializada de Colina, más conocido como PIE, se preocupa de hacer actividades recreativas dirigidas a jóvenes en riesgo social de la comuna. Por esta razón, todos los miércoles de enero un grupo de jóvenes, de entre 10 y 18 años, se juntan en el Parque San Miguel para recuperar las alegrías y recuerdos de la niñez.
El PIE surge como una medida de protección desarrollada por el Tribunal de Familia, con el propósito de que los niños y jóvenes recuperen los derechos que les han sido vulnerados. En efecto, el Programa abarca tres áreas: individual, familiar y comunitaria y es a través de esta última línea de acción que cada miércoles de enero se realizan actividades para ellos.
El director del PIE de Colina, Henry Arces, explicó que “buscamos fortalecer el área comunitaria de estos jóvenes. Queremos entregarles habilidades sociales, interpersonales con sus pares y en cierta forma mitigar un poco el verano, para que ellos no se queden en sus casas o en la misma calle”
“A través de este plan, se recuperan los espacios públicos que están desocupados o en desuso. Queremos que ellos le den un uso positivo y no el negativo como el consumo de alcohol y drogas. Queremos derribar el paradigma de los lugares abandonados, ellos lo pueden utilizar para realizar cosas positivas”, agregó.
Bombitas de Agua, Baby Futbol y Piscina
El programa PIE trabaja con chicos de toda la Provincia de Chacabuco, cerca de 55 jóvenes a los que se les brindan charlas de elementos personales y grupales para que puedan adoptar nuevos aprendizajes en su vida.
El Gestor del Red del Programa Pie de Colina, Nicolás Castro, manifestó que ellos lo que principalmente buscan en estos jóvenes es “que ellos vuelvan a ser niños, eso es lo más importante ya que se convierten de forma rápida en adultos por los distintos conflictos que traen desde sus familias. Entonces, nosotros queremos devolverle un poquito de eso, que se refugien con juegos, diversión, que se rían y que estos espacios sean para que se distraigan y que al menos por un rato dejen el consumo de drogas y alcohol”.
Según los organizadores, las actividades son principalmente ideas que nacen de ellos mismo, los participantes dicen que les gustaría realizar y los líderes del proyecto compran los insumos y el equipo humano para llevarlas a cabo. Es así como el baby fútbol, mojarse con bombitas de agua, ir a la piscina, taller de fabricación de helados artesanales, son algunas de las favoritas.
Una vez finalizado el programa, los jóvenes son invitados a un paseo en la piscina Tupahue que se encuentra en el Cerro San Cristóbal el primer miércoles de febrero.