Las lluvias que cayeron entre el sábado 19 y el miércoles 23 de agosto en Colina, parte del frente que afectó a la zona centro sur del país, encontró a la comuna bien preparada para reducir significativamente los efectos negativos que pudiese producir el agua. Esta preparación fue posible gracias al trabajo que por semanas realizaron los equipos municipales en terreno.

Desde el comienzo de la temporada invernal, en junio, las direcciones municipales de Gestión de Riesgo de Desastres, Aseo y Ornato, y Operaciones trabajaron en toda la comuna, principalmente en tareas preventivas como la remoción de escombros y basura desde los puntos donde se detectó que se acumularía agua, la limpieza de los sumideros de aguas lluvia, y el corte de ramas que, por el viento, pudiesen caer sobre el tendido eléctrico.

La alcaldesa de Colina, Isabel Valenzuela, destacó que el trabajo preventivo permitió entregar a las familias de la comuna la seguridad necesaria para que no corrieran peligro por las lluvias. “Nuestro principal temor era que las precipitaciones y sobre todo el viento provocara cortes del suministro eléctrico. Pero desde enero de este año hemos realizado un trabajo preventivo junto a ENEL, de forma de ir abordando los puntos críticos que se han levantado tanto por personal municipal, como por parte de la empresa, ubicados principalmente en área de afectación de las redes de distribución eléctrica emplazadas en bienes de uso público”, afirmó la alcaldesa.

La jefa comunal agregó que “hace dos semanas comenzamos con podas de árboles que pueden tener una afectación de diversa índole, de viviendas o posible afectación de líneas de alimentación eléctrica. La poda intensiva nos permite reducir la posibilidad de que ocurra una eventualidad en aquellos árboles más añosos y de mayor altura. El gran problema que tenemos, sin embargo, ocurre con los árboles que se encuentran en propiedad privada, ya que como municipalidad no podemos asumir su cuidado, sino solo concientizar que nuestros vecinos se preocupen de su mantención”.

Según el catastro realizado por la municipalidad, luego del frente de lluvias se detectaron al menos 25 puntos donde fue necesario realizar podas debido a la rotura y caída de ramas de árboles, que afectaban principalmente el tendido eléctrico con peligro de corte del suministro. Las cuadrillas municipales continúan trabajando en esta tarea para evitar cortes, junto con la labor que realiza la compañía ENEL.

Ayuda social

Otra de las principales preocupaciones de la municipalidad durante la emergencia por el frente de precipitaciones fue ir en ayuda de los hogares que se vieron afectados por las lluvias, con ingreso de agua a las casas o departamentos. La dirección de Desarrollo Comunitario catastró un total de 90 casos que requirieron ayuda, principalmente en forma de sacos de arena para detener el ingreso de agua; también se hizo entrega de plástico para este mismo propósito, así como cajas de mercadería, pañales, y tarjetas para la compra de artículos de primera necesidad, según se detectaran las necesidades.

Al respecto, la alcaldesa Isabel Valenzuela fue enfática en que la ayuda fuese proactiva. “Más allá de los pedidos de ayuda que nos llegaran a la municipalidad, le pedí a los equipos de Desarrollo Comunitario que llamaran preventivamente a todas las personas que tuviesen en sus nóminas, adultos mayores con movilidad reducida, personas en situación de discapacidad y todos los casos sociales que consideráramos pertinentes, y les preguntaran si necesitaban ayuda de nosotros”, explicó.

Durante los días posteriores a las precipitaciones, los equipos municipales continuarán desplegados en toda la comuna, recogiendo las solicitudes de ayuda y resolviendo las situaciones más críticas. Dos de los puntos más críticos, el cruce hacia el sector La Huaca y el paso hacia Santa Filomena, que fueron arrastrados por la crecida del Río Colina, se están recuperando contra reloj para rehabilitarse dentro de los próximos días.