Inicio de la Mesa de Diálogo Interreligioso comunal marca la conmemoración del Día de las Religiones

Con la presencia de líderes religiosos de la comuna y representantes de la sociedad civil, el lunes 29 de enero, en el parque San Miguel, se realizó la conmemoración del Día de las Religiones. Esta ceremonia, inédita en la comuna, fue encabezada por la alcaldesa de Colina, Isabel Valenzuela.

Durante el evento, se llevó a cabo la firma simbólica de un compromiso por parte de los líderes religiosos y la alcaldesa, marcando el inicio de la Mesa de Diálogo Interreligioso comunal. Este espacio busca promover el entendimiento y la convivencia pacífica entre las distintas comunidades religiosas presentes en Colina. Además, se depositaron objetos de gran importancia religiosa en una cápsula del tiempo, la cual fue enterrada en el Parque San Miguel con la intención de ser abierta en 2034, simbolizando la continuidad del diálogo y la colaboración interreligiosa en el futuro.

Al término de la ceremonia, la alcaldesa destacó que se construyan espacios de encuentro para las distintas confesiones de la comuna, que ofrecen un importante apoyo al desarrollo espiritual y al bienestar de la comuna, toda vez que además sus acciones siempre van en beneficio de las vecinas y vecinos.

“Las religiones son uno de los elementos más importantes de la sociedad, porque nos guían hacia las buenas acciones que finalmente nos permiten construir una sociedad armoniosa y que se desarrolla para todos. En tiempos en los que vemos cada vez más tensiones en el mundo y en nuestro país, el llamado que hacen los lideres religiosos que nos han acompañado durante este tiempo a fomentar y proteger la paz se hace más valioso que nunca. Como municipalidad continuaremos trabajando con las iglesias y confesiones, en especial gracias a que ahora contamos con herramientas como la Mesa de Diálogo Interreligioso que nos reúne a todos con un objetivo en común”, afirmó la jefa comunal.

El Día de las Religiones, conmemorado desde 1950 en todo el mundo y establecido por la Organización de las Naciones Unidas para el tercer domingo de enero de cada año, tiene como objetivo fortalecer la libertad de religión y credo como un derecho fundamental de las personas, instituido como tal en la Carta de Derechos Fundamentales de dicha organización.