Efraín Rocha no colgará los guantes.

Los puños de Efraín Rocha seguirán golpeando fuerte. El boxeador colinano, campeón en Chile y el extranjero, se despidió del cuadrilátero, pero seguirá con los guantes puestos para traspasar su espíritu vencedor a las nuevas generaciones. Ahora peleará para promover el deporte en el próximo taller de la Corporación de Deportes.

Más que una despedida, fue una velada de gala para el deporte de la comuna. Las luces del Gimnasio Municipal se encendieron para iluminar una de las noches más grandiosas que recordará el boxeo en Colina. El coliseo se llenó para despedir al guerrero, en una noche con una producción de nivel que ubicó a la disciplina en una esquina destacada. Y en la otra esquina hubo un reconocimiento a Martín Vargas, ícono del boxeo chileno de los últimos tiempos.

La última pelea de Rocha tuvo una previa intensa: siete combates. Cuando subió Efraín, el monstruo colinano rugió, como toda la noche. “Colina me tiraba para arriba, podía haber seguido, yo soy un guerrero, podía haber seguido, tienen que matarme para poder ganarme bien, yo me levanto del suelo peleando”, exclamó el campeón al final del choque.

Terminaron la luchas por el título. En adelante formará nuevos campeones para Colina en el taller que inaugurará próximamente la Corporación de Deportes.