El sonido de los cascos de los caballos contra el suelo resuena en el silencio de los farellones cordilleranos de Colina. Cada pisada sobre la piedra laja de los últimos tramos antes de Laguna Verde es similar al quiebre de loza en la cocina. Los arbustos van quedando atrás para que solo las especies más resistentes, como líquenes y hierbas bajas, sean las que adornen el paisaje.

Esta visión es la que podrían tener los aventureros que se atrevan a recorrer la cordillera de la comuna, en el momento en que se implemente el programa de cabalgatas turísticas que ya desde hace algún tiempo viene modelando la municipalidad de Colina, como una forma más de fomentar el desarrollo de los ganaderos de las zonas de Santa Filomena y Quilapilún Alto, sin desmedro de otros que quieran sumarse.

Es por ello por lo que desde hace tres años el municipio patrocina una visita a sectores vírgenes de la cordillera colinana, que en el caso de este 2019 correspondió a la mencionada laguna, que tuvo como punto de partida el sector conocido como Casa Piedra, un refugio para arrieros construido justamente en base a usar grandes rocas, de al menos tres metros de altura y con cuevas, como refugio.

Fomento al turismo

En el momento de regresar al campamento base, el alcalde Mario Olavarría hizo un balance no solo de la extensa jornada, sino que también de la iniciativa de las cabalgatas que ya suman tres versiones.

“Esta idea nace en un encuentro en Buenos Aires, donde un grupo de argentinos nos señalaron que teníamos que venir a las lagunas que se forman en la cordillera, que era un imperdible. Entonces hace tres años comenzamos a hacerlas, y en todos los recorridos nos hemos encontrado con paisajes maravillosos. Esta es una experiencia formidable, basta con mirar alrededor para darse cuenta de que en la comuna tenemos lugares extraordinarios, de una belleza sobrecogedora, y ese es un potencial turístico importante que hemos asumido recientemente y que comenzaremos a explotar, junto con los arrieros, los ganaderos, quienes serán los grandes beneficiados de estas iniciativas”, afirmó el alcalde Mario Olavarría.

Justamente y apuntando a formar a los hombres de cordillera en el turismo aventura, uno de los invitados a la cabalgata fue la Asociación Ecuestre de San José de Maipo, quienes entregaron su experiencia en esta materia y se mostraron muy felices de conocer Colina.

Pero el invitado de honor fue quien encabezó la delegación del departamento de Tarija, Bolivia, el gobernador Adrián Oliva, quien solo tuvo palabras de elogio para la comuna y el municipio. “Esta invitación que tan amablemente nos hiciera el alcalde Olavarría se dio recientemente, en 2018, así que se concretara una visita de esta naturaleza tan pronto simplemente nos encanta, poder compartir con nuestros hermanos chilenos un paisaje tan impresionante como esta laguna. Y que nos permite darnos cuenta de lo mucho que compartimos entre los pueblos de América Latina. El hombre que trabaja el campo es muy similar aquí y en Tarija, los huasos chilenos y los chapacos, como llamamos nosotros a los campesinos en nuestra tierra, comparten muchas características y son esas noblezas las que deberíamos destacar, no las diferencias que nos podrían separar”, destacó el gobernador de Tarija.

La implementación de las actividades turísticas en Colina no estará exenta de dificultades, pues aún con la sobrecogedora belleza del paisaje de la Laguna Verde y el camino a través de la precordillera de Quilapilún, queda en evidencia el problema de sequía que enfrentan los agricultores y ganaderos de la comuna, y que el municipio espera, de múltiples maneras, enfrentar también con el turismo aventura.