En el marco de la Ley de Reciclaje, la obligación de reciclar no será solo para las empresas, la ciudadanía también deberá separar y entregar sus residuos a los sistemas que comenzarán a gestionarse en una primera etapa. La meta es que para el 2030 las tasas de reciclaje aumenten en un 60% en comparación con los inicios, lo que creará indicadores de crecimiento en la cultura sustentable del país.

Los vecinos tendrán un formato de reciclaje sencillo, de tal forma que sea similar al de botar basura. La principal idea es que esté al alcance de todos y es por esto, que solo se deberán separar materiales como cartón, plástico, vidrio, entre otros. En cambio, los envases retornables no serán considerados en las metas anuales de reciclaje propuestas en el proyecto.

Se espera que en el primer año de funcionamiento se cumpla la meta de un 3% para el plástico; 5% para papeles y cartones; 6% al metal y 11% para el vidrio. Teniendo en consideración que estas metas se elevarán al año 2030 logrando un 70% de reciclaje en papeles y cartones, 65% para el vidrio y un 55% en metal.

Todas las bolsas, contenedores o recipientes desde donde se recogerán los residuos de envases y embalajes domiciliarios serán de color amarillo; esto se dispondrá como medida estandarizada a nivel nacional y de tal forma que el trabajo se simplifique para todos.

Los Puntos Limpios mantendrán su funcionamiento, ya que dentro del sistema habrá materiales que no se retirarán y será necesario llevarlos a localidades dispuestas para estos.  Lo que se busca lograr es ayudar al medio ambiente, desde las empresas fabricante de todos los desechos en sus contenedores de alimentos, empaquetados, etc.