Cuasimodo 2017 recibió a Cardenal Ezzati y delegado del Vaticano
El tesoro del pueblo de Dios congregó a unos cuatro mil cuasimodistas.
La celebración del Cuasimodo es un acto de fe que forma parte de la identidad de Colina. La tradicional congregación solidaria de los devotos del Santísimo acompañó a los sacerdotes en la entrega de la comunión a los enfermos. Este año, miles de cuasimodistas alimentaron la esperanza de los más afligidos y agolparon en masa a los fieles por las calles de la comuna. El Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, también participó de la procesión.
El Cuasimodo más grande de Chile reunió a cerca de cuatro mil cuasimodistas y a otros miles de creyentes para celebrar la expresión religiosa tal como ocurría en tiempos de la Colonia. Sin embargo, no es la cantidad de huasos a caballo lo más relevante. “Una de las cosas que siempre me ha llamado la atención aquí en Colina es la participación masiva en esta procesión; eso nos dice cómo la fe se transmite de una generación a otra fecundamente”, dijo el Cardenal Ricardo Ezzati.
El Arzobispo de Santiago llegó acompañado del responsable de las comunicaciones sociales de toda la iglesia y el Vaticano, Monseñor Darío Viganó. “Lo invité a participar para que viera algo que realmente impacta en la vida de fe de la gente, una tradición hermosa”, añadió la máxima autoridad eclesiástica.
Casa por casa, la antigua costumbre llevó la hostia protegida a los que no pueden asistir a la misa de Pascua de Resurrección. “Es nuestro día, visitamos a los enfermos, acompañamos a Jesucristo sacramentado y es tremendamente importante, un legado que nos dejaron nuestros abuelos que se vive con mucha fe”, comentó el presidente de la Asociación de Cuasimodistas de Colina, Juan Martínez.
Cuando la fe entra en un pueblo se transforma en una motivación para vivir y heredar esta expresión de amor a Dios. “Para mí es un orgullo ver que mi papi dejó un legado en mi hijo”, dijo Carolina Calderón, de Reina Norte, acompañada desde temprano junto a su familia en el recorrido donde participaron su hijo y dos sobrinos.
Antes del amanecer, los cuasimodistas comenzaron la tradición que se extendió hasta el final de la tarde. “Me he sentido súper bien andando con Jesucristo sacramentado; yo creo que es rara la persona que se puede sentir mal, hay fuerza de principio a fin”, expresó Luis Cerda; de la Agrupación de Cuasimodistas San Luis.
La celebración religiosa más importante de la comuna es un acto que alimenta la vida cristiana, un patrimonio único en el mundo que muestra cómo los hombres hacen la voluntad de Dios en la tierra.