Día del Patrimonio inauguró Ruta en Las Canteras
Alrededor de 9 millones de adoquines se producen anualmente en el “Pueblo de Las Canteras” ubicado en Colina, según declaró, Rolando Abarca, uno de los canteros que trabaja en la zona que abastece de piedra a todo Chile.
El lugar en donde se tallan las rocas con la misma destreza que se practicaba hace 400 años forma parte de los monumentos nacionales de nuestro país al ser categorizado como zona típica o pintoresca, mientras que el “Cerro Pan de Azúcar” y el “Cerro La Pedregosa”, montañas que lo rodean, son parte de los Monumentos Históricos de la comunidad.
Los canteros de Colina son el legado de una herencia de trabajadores que llegaron a Chile en el siglo XVI tras la conquista española con la función de darle identidad a la región de Santiago gracias a los proyectos de urbanización impuestos a partir de 1873 por Benjamín Vicuña Mackenna.
Por esto, la Corporación de Arte y Cultura de Colina centró la atención del Día del Patrimonio Nacional en la actividad de los canteros quienes resumen una tradición de 400 años grabada en las calles Londres y París de Santiago Centro, La Catedral Metropolitana, El Puente Cal y Canto, y el Palacio de la Moneda, entre otros.
La actividad consistió en un recorrido que abarcó la visita a telares artesanales de canteros, dos talleres pertenecientes a las familias originarias Oñate y Vergara, la observación de herramientas de trabajo antiguas en el oficio y un paseo por el Cerro La Pedregosa en donde los participantes pudieron compartir junto a los canteros una merienda en su lugar actual de trabajo.
Así mismo pudo conocerse diversidad de datos curiosos con respecto al oficio; todos los canteros actuales son descendientes de las siete familias naturales y solo pueden ejercer esta profesión los hombres, quienes suelen sufrir de tendinitis y hernias lumbares por el esfuerzo que exigen a su cuerpo, sin embargo ellos continúan su labor a pesar de los males, pues tal y como describe el cantero Alfredo Vargas “ser cantero es una bendición porque somos libres y tenemos el privilegio de tallar las piedras”. Libres, ya que no tienen un horario definido para trabajar y de hecho su ritmo de vida cuenta con colación y desayuno en momentos que no concuerdan con la rutina diaria de los citadinos.
El oficio de los hombres que han entregado una identidad a la ciudad de Santiago de Chile, fue reconocido, tras una larga lucha, en el año 2017 como Patrimonio Cultural en la categoría de Zona Típica y Monumento Histórico, siendo este 2018 el primer año en celebrarse una ruta para que los chilenos conozcan la historia detrás del tallado de las piedras.
Las Canteras de Colina es el lugar en donde se trabaja de manera integral la piedra entendiendo por esto su extracción, labrado y trabajo artesanal que se entremezclan con un modo de vida rural en talleres y lugares de desbaste dándole una notable singularidad en el actual siglo XXI.