Un recorrido sala por sala, en el que aprovechó de conversar con los alumnos y profesores que estaban en ese momento inmersos en sus trabajos prácticos de Soldadura, Electricidad, Electrónica y Mecánica Industrial, realizó la mañana del miércoles 4 de noviembre el ministro de Educación, Raúl Figueroa, en el Liceo Coronel Enrique Cabrera de Peldehue.

En el lugar fue recibido a primera hora de la mañana por el alcalde Mario Olavarría, con quien el secretario de Estado pudo constatar el impecable trabajo realizado en la comuna para que los alumnos de cuarto medio de los seis establecimientos de educación secundaria de la Corporación de Desarrollo de Colina pudiesen regresar a las aulas.

“Queremos agradecer el gran esfuerzo que ha realizado el Liceo Técnico Profesional Peldehue, los establecimientos de educación media de la Corporación de Desarrollo de Colina y a los más de mil colegios que ya han enviado solicitudes para volver a funcionar en todo Chile. Sabemos que la clave para el éxito de las reaperturas es el trabajo conjunto entre los miembros de la comunidad y las autoridades”, manifestó Raúl Figueroa tras recorrer las dependencias del establecimiento educacional.

El sentimiento del ministro de Educación tuvo positivo eco en el alcalde Mario Olavarría, quien recalcó que “esta semana dimos un paso importante, volver a clases presenciales, con todos los protocolos y cuidados para proteger a la comunidad. Los alumnos de cuarto medio necesitan tener clases presenciales, necesitan practicar, y eso lamentablemente no se hace online, se tiene que hacer en la sala de clases. Por eso hemos implementado todas las medidas que la actual emergencia sanitaria nos exige para proteger a los jóvenes, de forma que no corran riesgos de contagiarse de COVID–19 o contagiar a algún miembro de su familia”.

La primera semana de noviembre los alumnos de cuarto medio de los liceos Esmeralda, Rigoberto Fontt, Peldehue, y los institutos Chacabuco, Bicentenario Santa Teresa de Los Andes y San Miguel, regresaron a clases presenciales. Estas clases son voluntarias, de 9 a 13 horas, y se componen de preparación para la Prueba de Transición para el ingreso a la educación superior (PTU) o de talleres prácticos profesionales para los estudiantes de educación técnica, como el caso de los jóvenes del liceo Peldehue.